Alumnos del diocesano de todas las edades, desde Infantil hasta Bachillerato, se han unido a la oración mundial por la Paz.
Cada año, el Día de la Paz incide en algún aspecto esencial que nos ayude a lograr el objetivo último de un mundo en Paz. En esta ocasión hemos llevado en el corazón el tema elegido por el papa Francisco para la 56ª Jornada Mundial de la Paz: “Nadie puede salvarse solo. Recomenzar desde el COVID-19 para trazar juntos caminos de Paz”. Y hemos seguido rezando por Ucrania, Palestina y tantas otras zonas en conflicto en nuestro mundo, para que nuestra oración acompañe y consuele.
Seguro que María, reina de la Paz, ha escuchado nuestras plegarias.