Nuestros alumnos han comenzado el camino de Cuaresma, con el propósito de cambiar nuestras vidas para que se parezcan cada día más a la de Jesús. Reconocemos nuestras imperfecciones para, desde ahí, responder a la invitación de Jesús: Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto. ¡Feliz Cuaresma!