El tiempo de pascua comienza el domingo de Resurrección y termina el domingo de Pentecostés. Estos días a pesar de la situación que vivimos, han de ser celebrados como si tratase de un solo y único día festivo, más aún, como un gran domingo. Recuerda que estamos celebrando la resurrección del Señor, tiempo de alegría y de gozo. Os animamos a que juntos en familia veáis todos los días el video que comparte el Departamento de Pastoral con el Evangelio diario y después dediquéis un espacio para la reflexión y la oración.
Jesús resucitado sale al encuentro de los discípulos con un mensaje directo: ¡Alegraos!
Jesús se acerca en medio de nuestras preocupaciones par cambiar nuestra tristeza en alegría. Levanta la mirada: ¡ha resucitado!
Hoy aparecen dos discípulos tristes volviendo a su aldea, a sus vidas. Jesús resucitado se aparece, les pregunta, les escucha... Se muestra cercano. Descubre a Cristo cerca de tus preocupaciones.
Jesús sigue apareciéndose resucitado con palabras que necesitamos. Hoy nos trae una palabra que nos hace falta: paz.
Jesús se aparece en el lago Tiberíades y les invita a los discípulos a pescar de una manera diferente. Igual nosotros también tenemos que cambiar algo en este día.
Durante toda la semana de Pascua, Jesús se sigue apareciendo para que sus discípulos crean que realmente había resucitado. Y nos pide que anunciemos a todos la buena noticia del evangelio. Cuenta con nosotros.
Jesús se aparece resucitado para que creamos en él, para que continuemos su misión y para perdonar. Que su Espíritu llegue hoy a todos para ayudarnos a seguir adelante.