La estrella de Jesús sigue brillando para nosotros en este tiempo de cuaresma y nos muestra que "no hay amor más grande". Jesús, con su vida y con su entrega, nos enseña a amar, a brillar, en la vida, en el colegio, en casa... un brillo que nace del corazón, como un regalo de Dios. ¡Compártelo con los demás!