El día 22 de abril el Colegio Diocesano conmemoró la fiesta del libro por todo lo largo y ancho de nuestro colegio: por las aulas se pasearon los libros en forma de teatro, en forma de literatura y, en definitiva, en forma de lectura.
Por un día, el “dioce" se convirtió en una inmensa sopa de letras. Las letras colgaban de techos y paredes, y dos grandes libros, en la entrada de portería, daban la bienvenida a padres, madres y a alumnos/as (desde aquí felicitar a los chicos de Animación Sociocultural y Turística por su gran ayuda con el atrezzo y el gusto con el que engalanaron el colegio… ¡muchas gracias por vuestra ayuda!).
Al mismo tiempo el colegio se convirtió en un inmenso teatro, y los pícaros, la Celestina, las pícaras, así como la literatura y los libros, se pasearon por él de una forma libre, entretenida y distinta. Poder charlar con El Lazarillo no es lo mismo que leer sus aventuras y desventuras, y eso es lo que desde el Departamento de Lengua y Literatura, se ha intentado: la interacción con la literatura en primera persona.
Esto se consiguió a través del buen hacer del profesorado y alumnado de 1º de Bachillerato que, metidos en la piel de diferentes pícaros y pícaras, entre otros personajes, fueron capaces de hacer pasar un buen rato a todos sus compañeros llevando el teatro a las clases.
Como el teatro no entiende de barreras y la literatura no mira las edades, también los pequeños de Primaria dejaron su impronta en las clases de primero de la ESO con un sketch sobre El Quijote cervantino que levantó grandes aplausos y que demostró el gran arte que estos precoces actores atesoran.
Desde aquí dar las gracias a todos los que lo hicieron posible y hasta el año que viene, Dios mediante, que vendrá cargado de más literatura, más lectura y más teatro.