Con el comienzo del trimestre que ya quedó tan lejos, inauguramos el Tiempo Ordinario. Durante todo este tiempo y antes de la llegada de la Cuaresma, lo que invitamos a hacer desde Pastoral, es a seguir creciendo, por fuera y por dentro. Día a día, en lo ordinario de la vida, vamos descubriendo la presencia de Jesús en las acciones más sencillas, en detalles concretos. El Tiempo Ordinario sigue siendo una oportunidad para sentir las "señales" de Dios que nos indican cómo vivir con más sentido, una vida más plena, más feliz. "Señales", también, que nos enseñan a cuidar nuestra fe, a poner nuestros valores al servicio de los demás.
Vive cada día, cada acontecimiento, como una oportunidad, como un regalo de Dios para construir nuestra felicidad, nuestra vida, a través de las acciones más sencillas. Que cada día que pase, nos haga más grandes.